Investigación por Mariano Akerman © 2014 | Todos los derechos reservados.
1. ¿Qué es lo Fantástico?
2. ¿Cuál es el origen del término?
3. ¿Es lo Fantástico expresión de lo Imaginario?
4. ¿Cuáles son los alcances de lo Fantástico?
5. ¿Qué tiene que ver con lo Maravilloso?
6. ¿Cuál es su relación con lo Grotesco?
7. ¿Cómo podría caracterizarse o definirse lo Fantástico?
Fantástico según la
RAE:
fantástico, ca. (Del lat.
phantastĭcus, y este del gr. φανταστικός).
1. adj. Quimérico, fingido, que no tiene realidad y consiste solo en la imaginación.
2. adj. Perteneciente o relativo a la fantasía.
3. adj. Presuntuoso y entonado.
4. adj. coloq. Magnífico, excelente.
Estructuralmente,
fantástico es un término ligado a
fantasía, el cual proviene a su vez del grecolatino
phantasia. La fantasía es la facultad humana que permite reproducir, por medio de imágenes mentales, cosas pasadas o representar sucesos que no pertenecen al ámbito de la realidad. Estos sucesos pueden ser posibles (como por ejemplo fantasear con viajar a Fidji el verano próximo) o irrealizables (tal como caminar entre dinosaurios o mantener una conversación con un hipopótamo).
La fantasía también puede ser entendida como una manifestación de la imaginación o del pensamiento ingenioso y, en determinados casos, encuentra expresión en obras artísticas, cuentos, películas, etc. Y el concepto de fantasía puede también ser asociado con aquél de juego sexual: una fantasía sexual expresa aquello que a una persona le gustaría concretar a la hora de tener relaciones.
Dentro de las diversas clasificaciones que recibe la literatura de ficción existe un género que se conoce como
fantasía y que abarca todas aquellas obras que narran historias con base en lo imaginario y lo irreal.
El
género fantástico involucra elementos imaginarios y sobrenaturales en su argumento. Se trata de un género que trasciende las reglas que rigen la realidad. Es allí donde residen monstruos y seres fabulosos, personas inmortales, animales que hablan y piedras que flotan, es allí donde hay seres capaces de viajar a través del tiempo y que pueden aparecer en épocas pasadas, desaparecer del presente, o bien volver al futuro.[1]
Otro término relacionado con
fantástico es
extraño, según la
RAE:
extraño, ña. (Del lat.
extranĕus).
1. adj. De nación, familia o profesión distinta de la que se nombra o sobrentiende, en contraposición a
propio. U. t. c. s. [Sinónimo de
ajeno].
2. adj. Raro, singular.
3. adj. extravagante.
Extraño humor, genio Extraña manía
4. adj. Dicho de una persona o de una cosa: Que es ajena a la naturaleza o condición de otra de la cual forma parte. U. t. c. s.
Pedro es un extraño en su familia
5. adj. Que no tiene parte en algo.
Juan permaneció extraño a aquellas maquinaciones.
6. m. Movimiento súbito, inesperado y sorprendente.
7. f. Planta herbácea de la familia de las Compuestas, con tallo rollizo, velloso y guarnecido de muchas hojas alternas, aovadas, lampiñas, con dientes desiguales, y tanto más estrechas cuanto más altas están; flores terminales, grandes, de gran variedad de colores, pues las hay blancas, azules, moradas, encarnadas y jaspeadas. Procede de China, y se cultiva mucho como planta de adorno.
serle a alguien ~ algo.
1. loc. verb. No estar práctico en ello o ser impropio para él.
Meret Oppenheim, Desayuno en piel, 1936
Extrañamiento y
desfamiliarización en cierta medida podrían también estar emparentados con
fantástico.
Con el nombre de
extrañamiento o
desfamiliarización se entiende a toda aquella técnica o intervención sobre las formas artísticas que tiende a volver extraño lo familiar, creando así en el espectador un sentimiento de distanciamiento o desfamiliarización ante lo inhabitual o lo enrarecido.
El término
desfamiliarización fue empleado en 1917 por Víktor Shklovsky en un ensayo suyo titulado "Arte como técnica". Los formalistas rusos, y especialmente Shklovsky, usaron la palabra
ostranénie (остранение) para referirse a aquellos modos de proceder que conducían a dar una nueva perspectiva a la realidad al presentarla de modos o en contextos inhabituales o al introducirla poniendo en evidencia la noción de que la representación es de por sí una ficción. Para ello recurrieron a la exageración, lo grotesco, la parodia, el absurdo, etc., y crearon esquemas insólitos donde la percepción de la realidad da lugar a situaciones o relaciones imprevistas.
Aunque ya presente en otros tiempos en los que la norma era el arte de la representación, el uso de la técnica del extrañamiento prevalece en el arte de vanguardia emergente a partir de las postrimerías del siglo XX.
Semejanzas con el mencionado efecto de extrañamiento podrían encontrarse en
lo esperpéntico propio en la obra de Ramón del Valle Inclán, así como también en el
Verfremdungseffekt (efecto de distanciamiento o alienación) envisionado por Bertolt Brecht para el teatro: el efecto de distanciamiento brechtiano busca que el público no se identifique con la representación sino que en todo momento se mantenga a distancia de ella y sepa que la misma es una ficción.[2]
Definición de extrañamiento según Shklovsky:
El propósito del arte es el de impartir la sensación de las cosas como son percibidas y no como son sabidas (o concebidas). La técnica del arte de "extrañamiento" [o desfamiliarización] de los objetos, de hacer difíciles las formas, de incrementar la dificultad y magnitud de la percepción posee su fundamento en que el proceso de percepción no es estético per se y [por ello] debe ser prolongado. El arte es una manera de experimentar la cualidad o esencia artística de un objeto; el objeto no es lo importante.[3]
En otras palabras, el arte presenta a los objetos desde otra óptica, alejándolos de su percepción habitual y los provee de un nuevo sentido. Shklovsky sostenía que la rutina diaria hacía que se perdiese la frescura de nuestra percepción de los objetos debido a actos reflejos (automáticos). Por ello era necesario hacer extraños los objetos, incrementando la dificultad de su comprehensión, extendiendo así el proceso de percepción de los mismos.
Se trata entonces de la desfamiliarización de aquello que es o se ha vuelto cotidiano o que es percibido automáticamente (y sin cuestionamiento ninguno); la desfamiliarización conlleva la dificultad deliberadamente establecida por el autor y el subsecuente replanteo de la mencionada dificultad por parte del observador, quien termina por meditar e incluso a veces comprender la naturaleza misma de la técnica artística empleada.[4]
El mérito de la
desfamiliarización como técnica es que torna la
representación (lo ilusorio) en
presentación (el desengaño).
Como género literario,
lo Fantástico es conocido como
género fantástico y llamado comúnmente
fantasía.[5] Se trata de un género de ficción en el cual los elementos principales del argumento son imaginarios, irreales y sobrenaturales.
El origen del género fantástico se halla en los relatos míticos y legendarios de los antiguos.[6] En su sentido más amplio, el género fantástico se da en literatura, pintura, escultura, teatro, cinematografía, historieta, juegos de rol y videojuegos.
El género fantástico se caracteriza por la presencia de lo fabuloso, lo mágico (incluyendo poderes maléfico o benéficos ) y lo sobrenatural, implicando todos ellos la abolición de cualquier representación realista o que se limite a respetar las leyes de funcionamiento del mundo real tal como lo conocemos. Debido a ello, se suele decir que el género fantástico es "subversivo", dado que viola las normas propias de la realidad conocida (mundo real).
Generalmente se distingue al género fantástico de otras formas artísticas como la ciencia ficción (en la que también se subvierten los mecanismos de funcionamiento de la realidad conocida) aduciendo que la causa de los fenómenos observados en las obras de corte fantástico siempre involucran fuerzas sobrenaturales mientras que en la ciencia ficción solo hay causas "cientifizadas" o explicaciones que buscan conferir racionalidad a su ruptura con el orden conocido. La diferencia entre el relato fantástico y el de ciencia-ficción radicaría entonces no tanto en los hechos sobrenaturales en sí mismos sino en el modo en que el autor los presenta y llega o no a explicarlos.
En el género fantástico irrumpe lo inesperado, lo sobrenatural, lo extraordinario o todo aquello que contradice la realidad del receptor. En este sentido, lo fantástico implica esencialmente una ficción. El relato fantástico es una ficción de corte no realista. Según Louis Vax el relato fantástico presenta hombres comunes del mundo real ubicados repentinamente ante un fenómeno inexplicable.[7] Para Dostoievski, un verdadero exponente del género fantástico no debe romper nunca el enigma que mantiene en suspenso al lector y lo hace dudar: "Lo fantástico debe estar tan cerca de lo real que uno casi tiene que creerlo".[8]
En una suerte de esbozo teórico, Guy Maupassant distinguió lo fantástico de lo maravilloso y de lo insólito (extraño). El cuento de hadas, prototipo de lo maravilloso para ese escritor, permite racionalizar y aceptar los elementos sobrenaturales, pero el verdadero relato fantástico conduce al receptor a una zona ambigua, donde lo deja dudando y en un estado de ambivalencia ante lo sobrenatural.[9]
Tzvetan Todorov profundizó la definición de lo Fantástico y enumeró las características que lo identifican y limitan como género literario. Según él, la
vacilación del lector en torno a los fenómenos sobrenaturales narrados y su interpretación de los mismos de un modo tal que no sea ni alegórica ni poética.[10] Así, "lo fantástico implica [...] una integración del lector al mundo de los personajes; [y] se define por la
percepción ambigua que tiene el lector de los acontecimientos relatados". Todorov aclara además que la vacilación debe estar en el lector, y no necesariamente representada dentro de la obra. Si los fenómenos son interpretados en un sentido poético la vacilación quedará anulada, ya que la poesía no busca una construcción coherente de imágenes como sí lo hace el relato fantástico. Si se realiza una lectura alegórica se suprime la incertidumbre, ya que en la alegoría el sentido literal es desechado para captar el subtexto (generalmente de corte moral) que yace bajo la superficie textual (como suele ocurrir en los cuentos de hadas de Charles Perrault).
Con estas condiciones en mente, Todorov opuso lo fantástico a otros dos conceptos lindantes:
Lo fantástico ocupa el tiempo de esta incertidumbre; en cuanto se elige una respuesta u otra, se abandona lo fantástico para entrar en un género vecino: lo extraño o lo maravilloso. Lo fantástico es la vacilación que experimenta un ser que sólo conoce las leyes naturales, ante un acontecimiento al parecer sobrenatural.[11]
Con todo, debe recordarse que el
género fantástico es una
noción literaria y no más que uno de los tantos grupos expresivos de lo imaginario y la ficción. Entre los grandes misterios que rodean a las narraciones de género fantástico, considerado ahora en su sentido más amplio, frecuentes son la relación entre el genio loco y la criatura por él creada (Mary Shelley,
Frankenstein o el Prometeo moderno, 1816), así como también el combate del hombre contra el Mal (Robert Louis Stevenson,
El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde [Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde], 1886).
Fantastique (fr.
le fantastique) designa un caso particular o subgénero literario del género fantástico (fantasía).[12] Consonante con lo enunciado por Todorov, involucra la intrusión de lo sobrenatural en el marco de un relato realista, o sea, la aparición y el desarrollo de hechos inexplicables en un contexto conocido por el lector.[13]
Según el teórico de la literatura Todorov, la manifestación de lo
fantastique deja al lector vacilando entre la aceptación de lo sobrenatural como tal y la tentativa de alguna explicación racional para el fenómeno sobrenatural.[14] Debido a ello, sostiene Todorov,
le fantastique se sitúa entre lo maravilloso (mundo de fantasía, donde lo sobrenatural es aceptado y justificado pues se da en el marco de lo imaginario y lo no realista) y lo extraño (espantoso o terrorífico que tiene lugar en un marco donde rige y se acepta el mundo "normal" pero que es a su vez cruel).[15]
Lo
fantastique se distingue de lo maravilloso por la duda que él produce entre lo natural y lo sobrenatural, lo posible y lo imposible, lo lógico y lo irracional. Lo maravilloso, contrariamente, se encuadra dentro del marco de lo sobrenatural dentro del que, una vez aceptados los parámetros del mundo mágico, las cosas se desarrollan de un modo casi normal y hasta familiar.[16]
Por otra parte, lo
fantastique confronta al lector con un contexto esencialmente ambiguo.[17] Generalmente, el lector suele rechazar al protagonista de lo
fantastique por miedo a los eventos sobrenaturales que se manifiestan en su vida o lo rodean y acosan. Lo
fantastique frecuentemente está ligado a una atmósfera particular que involucra una constante preocupación debido al enfrentamiento con lo imposible. Ejemplo de ello se da en el film
Los pájaros (1963) de Alfred Hitchcock, con inspiración en una novela de Daphné du Maurier: en ningún momento se sabe realmente que provoca que aparezcan todos esos pájaros en escena y su aglomeración parece sobrenatural, sin embargo ninguna explicación nos es provista.[18]
Hitchcock, The Birds, 1963
En este contexto, la inquietud y la desconfianza pueden volverse omnipresentes: el pánico puede apoderarse del héroe e incluso puede manifestarse en la propia voluntad del autor o del relator (que a través de recursos diversos a veces logra desestabilizar al lector).
Artes visuales. En el arte,
lo fantástico como categoría es algo sumamente vago, cuando no algo verdaderamente indefinido. Dentro de esta categoría suele ser incluida la obra de artistas tales como El Bosco o Archimboldo.
Lo fantástico se emplea en tales casos como sinónimo de
arte con base en o vinculado con la fantasía.
Aquello que en la teoría literaria está claramente definido (tal como sucede con las nociones de
lo maravilloso,
lo extraño y
lo fantástico en el caso de Todorov) no necesariamente se encuentra definido con precisión alguna en el campo de las artes plásticas.
Para la crítica de arte, las categorías estéticas no son más que un recurso artificial para meditar acerca del arte o bien estudiarlo. Hay quienes consideran
fantástico al arte romántico e incluso al surrealista y lo hacen sin dar ninguna explicación convincente al respecto. En esos casos sólo queda claro que por
arte fantástico se entienden todo aquello que es anti-mimético y, en principio, responde a la fantasía propia del artista. En los mencionados casos probablemente sea más adecuado hablar del
arte de lo imaginario.
La misma historia del arte presenta a su vez no pocas contradicciones. Así, por ejemplo, en la Roma antigua duras críticas fueron emitidas por parte de Vitrubio para con los motivos del "caprichoso"
estilo fantasía que los pintores de la antigua Roma, con Fabullus a la cabeza, no dudaban en incorporar en sus frescos. El fundamento de la crítica vitrubiana era su transgresión del principio clásico al que se conoce como "mímesis": los mencionados pintores no llevaban a cabo ninguna
imitación de la naturaleza ni la realidad circundante, sino que
creaban figuras nuevas que, según el entender de Vitrubio, "no existieron, ni existen, ni jamás existirán."
Fabullus, Motivos en estilo fantasía, siglo I E.C. (grabado de Marco Carloni).
Los motivos en cuestión eran insólitos. No pocos de ellos eran híbridos. Mas lo sorprendente de la crítica vitruviana es su condena del arte que surge como fruto de la imaginación del artista, crítica que a su vez va acompañada de un
silencio total en lo que concierne a las inumerables monstruosidades y otros tantos híbridos mitológicos, cuya presencia en el arte pagano había tenido lugar ya desde hacían no menos de cinco siglos antes de que Vitrubio mismo hubiese nacido. De un modo bastante arbitrario, los consagrados híbridos literarios provenientes de la mitología pagana constituían tácitamente un asunto canonizado, mientras que aquellos creados por los artistas contemporáneos de Vitrubio eran despreciados como meras expresiones de "una moda bárbarica".
Fabullus, Motivos en estilo fantasía, Domus Aurea, Roma, siglo I E.C.
Demás está decir que, como "moda", el
estilo fantasía fue particularmente apreciado por la aristocracia romana de la época imperial y como consecuencia de ello floreció y lo hizo abundantemente. Es más, sólo después de haber ingresado por primera vez a la flamante
Domus Aurea,[19] Nerón regocijado exclamó: "¡Bien! Ahora por fin puedo empezar a vivir como un ser humano".[20] Y, según la teoría de Todorov, todos los híbridos en cuestión seguramente pertenecerían al dominio de
lo maravilloso, cosa que de hecho poca o ninguna relevancia tendría para Vitruvio, quien presumiblemente toleró y adoró los híbridos canonizados por su cultura, mas no dudó en condenar a todos aquellos concebidos por sus contemporáneos.
Príapo-Soter: posiblemente adorado por Vitrubio. Ídolo itifálico preservado en los Museos Vaticanos, Roma.
En el campo del arte, como bien nota Michael Steig, los límites entre categorías tales como, por ejemplo,
lo fantástico y
lo grotesco son por lo general difusos; y, además, los dominios de dichas categorías a menudo se superponen.[21] Debido a ello, en el campo del arte acaso resulte más razonable reemplazar la noción de
arte fantástico por
arte de lo imaginario, entendiendo a este último como verdadero opuesto del arte de la mímesis o arte mimético, es decir, basado en la
imitación de la realidad circundante.
Imitación. Justus Junker, Naturaleza muerta con insectos, c. 1750
Notas
1. La ciencia ficción, también conocida como
literatura de anticipación, es un género que surge por la combinación de la fantasía (aquello que no existe en la realidad) y la ciencia. Plantea a su vez situaciones que aún no han sucedido (por lo tanto, son irreales), pero que podrían suceder gracias al avance del conocimiento científico.
2. Para Brecht, el teatro debía "mostrar y explicar ideas de una realidad" que consideraba "cambiante"; ello requería un distanciamiento emocional con respecto a lo que se mostraba en la obra de teatro (mundo ilusorio), de modo que el público pudiera reflexionar de manera crítica y objetiva, en vez de identificarse con los personajes. Para un debate, véase
Lo familiar vuelto inquietante (2009). Considérese también
La desfamiliarización y la renovación del arte de la percepción en Thomas Carlyle, D.H. Lawrence y Annie Dillard (2003).
3. Víktor Shklovsky, "Art as Technique" (El arte como técnica),
Literary Theory: An Anthology, ed. Julie Rivkin y Michael Ryan, Malden: Blackwell, 1998. Traducido a veces como
El arte como artificio. Ver también Shklovsky, "La desfamiliarización en la literatura", 1917.
4. Uri Margolin,
Russian Formalism, ed. Michael Groden et al., Baltimore, Maryland: Johns Hopkins UP, 1994.
5. "Dérivé du grec « phantatikos » (fantôme) et « phantasia » (imagination), le mot « fantastique » est défini par l’historien de la littérature Pierre-Georges Castex comme étant « une intrusion brutale du mystère dans la vie réelle; […] lié généralement à des états morbides de la conscience, qui, dans les phénomènes de cauchemar ou de délire, projettent devant elle des images de ses angoisses et de ses terreurs. » (
Le Conte fantastique en France de Nodier à Maupassant, José Corti, 1951). Fait intéressant à noter ici: le fantastique, associé au bizarre, à l’insolite et au surnaturel, doit s’inscrire dans le réel pour mieux en exprimer l’ « autre versant », plus menaçant et énigmatique. Ainsi, comme la fillette dans
Alice au pays des Merveilles (1865) de Lewis Carroll, le lecteur des récits de ce genre doit accepter de se prêter à la traversée des apparences, c’est-à-dire de passer de l’autre côté du miroir, afin d’arriver à un monde où tout est possible. Folie, hallucination, diable, dédoublement, vampire… voilà ce que rencontrent tous ceux qui s’aventurent dans les sombres contrées du fantastique" (Jany Boulanger,
Le Fantastique, 2004).
6. Los relatos de la literatura antigua presentan no pocos aspectos de corte maravilloso o bien ligados con la fantasía. Basta para ello con recordar el
Poema de Gilgamesh emergido de la cultura sumeria (siglo XXI a.E.C.), las narraciones de la
Biblia de los hebreos (siglos X a.E.C.-I E.C.), los textos homéricos de la
Ilíada y la
Odisea en el caso de los griegos (siglo VIII a.E.C.) o bien el
Ramayana de los hindúes (siglo III a.E.C.).
7. Louis Vax,
L’Art et la Littérature fantastiques, París: P.U.F., 1960, p. 5.
8. Véase
Nimphie (2008).
9. Guy de Maupassant,
Chroniques, "Le Fantastique", 1883. : "Quand l'homme croyait sans hésitation, les écrivains fantastiques ne prenaient point de précautions pour dérouler leurs surprenantes histoires […]. Mais quand le doute eut pénétré enfin dans les esprits, l'art est devenu plus subtil. L'écrivain a cherché les nuances, a rôdé autour du surnaturel plutôt que d'y pénétrer. Il a trouvé des effets terribles en demeurant sur la limite du possible, en jetant les âmes dans l'hésitation, dans l'effarement. Le lecteur indécis ne savait plus, perdait pied comme une eau dont le fond manque à tout instant, se raccrochait brusquement au réel pour s'enfoncer tout aussitôt, et se débattre de nouveau dans une confusion pénible et enfiévrante comme un cauchemar" (
Clio et Calliope).
10. Tzvetan Todorov,
Introduction à la littérature fantastique, Seuil, 1971.
11. Idem.: ""Le fantastique, c'est l'hésitation éprouvée par un être qui ne connaît que les lois naturelles, face à un événement en apparence surnaturel". Lo extraño o insólito es una categoría que agrupa a aquellos relatos en los cuales las causas, aparentemente sobrenaturales e inexplicables terminan por obtener una explicación racional que es compatible con las leyes del mundo conocible (tal como ocurre en "Los crímenes de la Calle Morgue" de Edgar Allan Poe). Lo maravilloso sería aquello que se ubica en el lado opuesto de lo extraño, abarcando un conjunto de obras donde la incertidumbre puede estar despejada mas la explicación recibida remite al lector a nuevas leyes que se corresponden con aquellas de la realidad conocida.
12. Cronológicamente, lo
fantastique es cultivado en Europa a fines del siglo XVIII y, especialmente, a lo largo de todo el siglo XIX.
13. Solo rara y excepcionalmente, los mencionados hechos inexplicables (manifestación de lo sobrenatural) son presentados con una explicación de corte más o menos racional.
14. Tzvetan Todorov,
Introduction à la littérature fantastique, Seuil, 1971.
15. Académicamente, la definición que ubica
le fantastique precisamente en el límite que separa lo extraño de lo maravilloso es por lo general aceptada.
16.
El sueño de una noche de verano,
Alicia en el país de las maravillas y
El principito pertenecen al dominio de lo maravilloso.
17. En su
Histoire littéraire de France, Jean Bellemin-Noël nota acerca de lo fantástico: "Le fantastique vit d'ambiguïté. […] En lui, le réel et l'imaginaire doivent se rencontrer, voire se contaminer ; de plus, contrairement à tant d'autres fictions, il n'exige à ses mystères aucun éclaircissement, même s'il refuse toute solution rationnelle ou technique." Nerval por otra parte solía referirse a lo fantástico como "l'épanchement du songe dans la vie réelle", es decir, la intromisión del sueño dentro de la vida real (
Clio et Calliope).
18. A propósito de
Los pájaros, Hitchcock no explicó el motivo de su presencia en la obra sino que se limitó a declarar que "Se podría decir que el tema de
Los pájaros es el exceso de autosatisfacción que se observa en el mundo: la gente es inconsciente de las catástrofes que nos amenazan" (Ian Cameron y Perkins, "Entrevista con Alfred Hitchcock",
A Movie, 6 de enero de 1963).
19. Acerca del complejo palaciego de Nerón conocido como
Domus Áurea (Casa Dorada), véase
Alargos,
Tendências do imaginário y
Antika. Acerca de la importancia de la imaginería de la
Domus Aurea en el Renacimiento, ver
Alberti's Window. Francisco de Holanda representó en acuarelas sus relevamientos de los frescos de la
Sala Dorada de la
Domus Áurea en 1538. Su trabajo es consonante con fragmentos de la misma que fueron fotografiados en 2012, tal como lo han demostrado L.A. Miller y M. Durand, quienes además pusieron en evidencia varias irregularidades e imprecisiones en los grabados de ese mismo sitio realizados por Vincenzo Brenna, Franciszek Smuglewicz y Marco Gregorio Carloni (
Vestigia delle Terme di Tito e loro interne pitture, Roma, 1776;
Orientalist,
Domus Aurea 1776 y
The Mystery of Plate 42). Para imágenes adicionales de
Vestigia, véase
Giornale Nuovo.
20. Suetonio,
Vidas de los doce césares,
c. 121 E.C., 31: Vida de Nerón.
21. Michael Steig, "Defining the Grotesque: An Attempt at Synthesis,"
Journal of Aesthetics and Art Criticism, Vol. 29, No. 2, 1970, pp. 253-260.
In writing about the fantastique, Caillois defines it as "always a break in the acknowledged order, an irruption of the inadmissible within the changeless everyday legality" (Roger Caillois, Au cœur du fantastique, tr. Richard Howard).
Recursos
•
Género fantástico |
Fantasie |
Fantasy
• Jany Boulanger,
Le Fantastique, 2004
•
La littérature fantastique en Europe
•
Antología universal del relato fantástico
• "The Fantastic in Art and Fiction",
Fantastic Library con
Image-Bank, Cornell University, Ithaca, NY, 2000-2012
•
Texto sobre de lo Fantástico con agregado de expresiones visuales selectas,
Imaginarium, 24.4.2014
• Brian Levack,
Witch Trials, University of Texas, Austin, 2004
• Jorge Rodríguez Nieves,
Mundos posibles: el género fantástico en el cine, 7.6.2011
•
The Wizard of Oz, film, 1939