Natan Zach, "El árbol del campo," poema, 1999
Porque el hombre es el árbol del campo,
Como el árbol, crece el hombre;
Como al hombre, también se desarraiga al árbol.
Y no sé
Dónde estuve ni dónde estaré,
Como el árbol del campo.
Porque el hombre es el árbol del campo;
Como el árbol, busca el hombre proyectarse hacia arriba.
Como el hombre, arde el árbol en el fuego.
Y no sé
Dónde estuve ni dónde estaré,
Como el árbol del campo.
Porque el hombre es el árbol del campo;
Como el árbol, tiene él sed de agua;
Como el hombre, permanece él sediento.
Y no sé
Dónde estuve ni dónde estaré,
Como el árbol del campo.
Amé y también odié.
Probé esto y aquello.
Me enterraron entre cenizas,
Y me es amargo, amargo en la boca,
Como al árbol del campo.
Porque el hombre es el árbol del campo.
Porque el hombre es el árbol del campo.
El árbol del campo.
¿No es la paciencia un árbol de raíces amargas y frutos dulces?
Miguel Hernández, "Para la libertad", El hombre acecha, 1938-39, II. El herido
Para la libertad sangro, lucho y pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas
y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida.
Mariano Akerman, Automatismo para la libertad, acuarela, 1990
Los árboles solitarios, cuando crecen, crecen fuertes.
Winston Churchill
Mariano Akerman, Amistad, collage, 2005
Winston Churchill
Mariano Akerman, Amistad, collage, 2005
Mi quehacer plástico es un asunto colectivo. Yo pinto una historia personal, pero la mía es también la historia del pueblo: la manzanita nunca cae lejos del arbolito (5.6.2011).
El pintor-historiador es el único que pinta el alma; los demás pintan sólo para los ojos (La Font de Saint-Yenne, Réflexions, 1752).
El pintor-historiador es el único que pinta el alma; los demás pintan sólo para los ojos (La Font de Saint-Yenne, Réflexions, 1752).
3 comments:
Como el árbol del campo, el hombre crece y se fortalece
como el árbol del campo, el hombre deja caer su fruto,
y el fruto descubre sus semillas
como el árbol del campo,
el hombre es admirado en su plenitud,
y mirado con ternura en su atardecer...
Como el árbol del campo... quiero ser.
Mariano, muy, muy lindo. Muchas, muchísimas gracias. Sabe que me acuerdo mucho de vos y pido a Dios que estés bien. Hasta pronto, un beso y abrazo fuerte, gab
El texto es muy bonito. Nos viene bien para meditar acerca de los árboles y tratarlos con más respeto.
te admiro
tu amiga Nelly
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