18.7.17

Piccinini: Bio-Grotesco Veintiunesco




Elucubrar monstruos posiblemente no sea una tarea muy difícil. Pero proveerlos de verosimilitud es otra historia.

En tiempos del Renacimiento pleno, Alberto Durero afirmó que "quienquiera que desee generar Traumwerk deber mezclarlo todo junto."[1] Por Traumwerk suele entenderse a la figura imaginaria marginal que en principio es desarrollada por el artista como una diversión caprichosa, pero que puede llegar a convertirse en un más o menos inquietante factor de distracción. En el medioevo francés era sinónomo de drôllerie y diablerie, de lo que se deduce que se trata de algo así como una travesura artística que se da a partir de un juego con lo disparatado. Dicho juego le interesó también a Durero, quien mezclándolo todo llegó a diseñar figuras que responden a este principio. Notable entre ellas es su sirena-candelabro, ejecutada en 1513.


Durero, Sirena graciosa (Leuchterweibchen), 1513

Quinientos años más tarde, el arte del Traumwerk corrobora las nociones de Durero y sigue aún vigente. Esto es verificable en las obras de Patricia Piccinini, artista australiana que produce monstruos sumamente convincentes. Ella es una experta tanto en el hiperrealismo orgánico de alto voltaje como en ciertas sofisticadas e impresionantes grotesquidades veintiunescas.


Al ser entrevistada, Piccinini alguna vez declaró que buena parte de los engendros de los que se ocupa tiene su fuente de inspiración en sus propios sueños. A ello, uno bien podría a su vez agregarle las pesadillas de la escultora, entre las que se destaca cierta entidad cárnica de la que parece emanar algo semejante al dulce de leche en tanto que todo esto es expuesto sobre un pequeño refrigerador ya a partir de 2013.

On the fridge

Innegable es el interés de Piccinini por la organicidad híbrida, cuya presencia es palpable en muchos de sus trabajos. A veces, los bichos de Piccinini parecen haberse escapado de algún laboratorio donde pudieron haber tenido lugar extrañas manipulaciones genéticas.

Piccinini, The Bottom Feeder, 2009

Proveniente acaso del linaje de los grotescos descriptos por Lomazzo,[2] la criatura encima ilustrada es una quimera que involucra la mezcla de especies que la naturaleza mantiene bien separadas. A través de ella, Piccinini transgrede deliberadamente el orden natural. Con todo, es casi imposible establecer si este caso es el resultado de una manipulación génetica o bien el desconcertante fruto de un caso de bestialismo serial. Sea como fuere, el engendro en cuestión sugiere persistentemente alguna práctica monstruosa aún indeterminada. La estructura general del bicho nos remite a las bestias, en tanto que la apariencia de su piel, blanca y pecosa, insinúa una definitiva intromisión de lo humano. Indicios análogos reaparecen en la carnosa y peluda Metaflora, trabajada por Picccinini en 2015.

Piccinini, Metaflora, 2015

Existe en no pocos trabajos de Piccinini un muy cuidadoso estudio y preparación del engendro a ser exhibido. La técnica de la obra es por lo general impecable y su efecto es a su vez perturbador. Tan fuerte es el impacto que produce que hasta suele casi involucrar a lo abyecto. Piccinini cultiva una poética de lo controvertido y lo hace hasta provocar gran curiosidad y revulsión estomacal. Digna heredera de lo postulado por Victor Hugo en su Préface de Cromwell, la musa veintiunesca celebra el encuentro de los factores antitéticos precisamente en la obra de Piccinini.

Piccinini, The Carrier

Es en dicho grotesco veintiunesco donde cierta perversidad selectiva por parte de la artista tiende a desdibujar la muy ténue frontera que separa al feismo de lo grotesco.

De carne y espina

Como amante infiel que es, lo grotesco más de una vez ha osado desafiar su propia posición en la escala de los valores estéticos y de buena gana se fue a fornicar tanto con lo sublime como con lo abyecto.[3] En efecto, por definición, lo grotesco puede ser muchísimas cosas, pero no puro o unívoco.

El feísmo ya de por sí coquetea insistentemente con la obra de Piccinini. Sin embargo, y con todo lo desagradable eimpresionante que ella pueda resultar,[4] la producción artística de Piccinini es más sofisticada, sutil y erudita que, digamos, aquellas de colegas suyos tales como Cao Hui o bien Jonathan Payne, cuya imaginería apunta específicamente a lo abyecto.

Cao Hui, Sofa, 2014

Jonahan Payne, Fleshlettes, 2015

Piccinini sorprendió al público con su La joven familia ya en 2002. La obra comprende de un grupo de criaturas híbridas, una vez más de naturaleza incierta. Postrada, la mayor de ellas es hembra, cumple la función maternal y amamanta a dos sus crías.

Piccinini, The Young Family, 2002

Se trata aparentemente de una cruza de bestia canina y ser humano. La precisión de Piccinini es extraordinaria. Sus detalles, texturas y matices son técnicamente insuperables. Testimonian un profundo conocimiento de la biología, así como también de la ingeniería genética.

El que no llora, no mama.

Visualmente muy convincentes, los engendros de Piccinini parecen comunicar la gran incertidumbre de nuestro mundo veintiunesco. En tales entidades orgánicas, los límites entre lo natural y aquello que no lo es se vuelven permeables. Los híbridos expuestos sugieren considerable anormalidad, logrando ellos atrapar al espectador por sorpresa e incluso desorientarlo.

Pero eso no es todo. Significativo en la producción de Piccinini es su original juego con lo grotesco. Y, en este sentido, reveladora es la presencia de unos infantes escultóricos que a veces ella incorpora en su obra. Así, un pequeño es esencial para darle sentido a La incredulidad de Tomás, una inquietante pieza de 2008, que incorpora en su título una insinuación grotesca de corte lúdico-blasfemo.

Piccinini, Doubting Thomas, 2008

Una muy grotesca curiosidad empírica caracteriza a La incredulidad de Tomás, quien coloca su mano prácticamente dentro de las fauces de un bestial híbrido y sorprendentemente lo hace sin ningún temor.


Es en particular con este tipo de estructura visual paradójica que Piccinini se incorpora a las filas del grotesco veintiunesco.

De un modo completamente inesperado y especialmente conectado con el asunto tecno-híbrido veintiunesco,[5] resulta ser que, en la obra de Piccinini, "ejemplar" es la actitud de los niños, quienes demuestran poseer una apertura sin precedentes para con "lo Otro": no sólo se encuentran con Ello, sino que además la pasan bien en su compañía.

The Welcome Guest, 2011

Sumamente conmovedor es el cariño que expresan los infantes al entablar amistad con las criaturas concebidas por Piccinini, que eventualmente llegan incluso a suplantar al célebre osito de peluche, tal como sucede en Indiviso, obra exhibida en su muestra Ténme cerca de tu corazón.[6]

Piccinini, Undivided, 2004

Es entonces gracias a esos "pequeños polimorfos" que Piccinini cumple todos los requisitos exigidos por lo grotesco y hasta los supera, ya que comprende incluso la ternura. Prueba irrefutable de ello es el imberbe que se quedó dormido abrazado junto a una anciana sirena en Lo largamente esperado.[7]

Piccinini, The Long Awaited, 2008




Este último trabajo podría trascender lo grotesco: es algo así como una premonitoria lección de vida y, junto a El sabor de las lágrimas de Magritte (1948), es uno de los rarísimos ejemplos representativos de la muy poco populada subcategoría de lo grotesco-sublime.

Magritte, La saveur des larmes, 1947

En los casos mencionados, lo grotesco termina por sugerir lo humano y se vuelve entonces conmovedor.


En Lo largamente esperado, el afecto de los seres dormidos que sueñan es consonante con una gran enseñanza de Goya: "El sueño de la razón produce monstruos; la fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: [mas] unida a ella es madre de las artes y origen de sus maravillas" (Capricho 43).

Mariano Akerman

Grotesco-Sublime

Notas
1. "Whoever wants to do dreamwork must mix all things together" (Ernst H. Gombrich, The Sense of Order, capítulo "The Edge of Chaos").
2. El epígrafe de Paolo Lomazzo en "Los orígenes de lo grotesco" explica que "los grotescos se veían como si hubiesen emergido del gran Caos [primigéneo, pero] puesto patas para arriba, en varios sentidos."
3. Útiles al respecto son los escritos de Shung-Liang Chao y Julia Kristeva.
4. Tácitamente, la condición artística de Piccinini puede envocar aquella propia de Jean-Paul Sartre en su pieza teatral Las manos sucias, acabada en 1948: "Yo tengo las manos sucias. Hasta los codos. Las hundí en la mierda y en la sangre." En su versión original, Les mains sales: «Moi j'ai les mains sales. Jusqu'aux coudes. Je les ai plongées dans la merde et dans le sang».
5. Oportunamente Jacqueline Millner sugirió que “Unlike Dr. Frankenstein who grew to hate his creation and suffered the consequences, Piccinini would urge us to bring an attitude of love to the products of technology…The love she appears to propose is not of the romantic, infatuated ilk–classic technophilia–but of the familial variety, with its overtones of responsibility, ethical guidance and life-long commitment” (Donna Haraway, "Speculative Fabulations for Technoculture’s Generations: Taking Care of Unexpected Country", en: The Multispecies Salon, ed. Eben Kirksey, Durham: Duke University Press, pp. 242-261; Millner es citada en p. 249; Multispices Salon II).
6. Estambul, Arter Space for Art, Hold Me Close to Your Heart, junio-agosto 2011. Texto referente a la muestra: The exhibition "Hold Me Close to Your Heart" proposes an experience, a journey to another world: one that is simultaneously unfamiliar and strangely similar to ours. Patricia Piccinini looks at what it means to be human in a world of genetic engineering and biotechnology, as well as how these technologies change the relationship between people and nature. She invites the viewer into her strange and wonderful world, populated by hybrid animals and living machines. The world she creates exists somewhere between the one we know and one that is almost upon us. However, what she imagines is neither the nightmare of a future environmental ruin nor the brave new world of perfect scientific progress. Instead she focuses on the internal, emotional lives of the new creatures that might emerge, along with questions about the kinds of relationships that might come to light alongside them. Her creatures, while strange and unsettling, are not threatening. Instead, it is their vulnerability that often comes to the fore. They plead with us to look beyond their unfamiliarity, and ask us to accept them. It is surprising how quickly we grow used to them and in this way she reminds us that this sort of thing is not as far in the future as we might think. We are surrounded by hidden genetic engineering and biotechnology in our food and our animals already. Piccinini’s world is one of questions rather than answers. She does not tell us what to think about genetic engineering, but instead asks us how we might feel when confronted by possibilities."
7. Lo tan esperado es también traducción apta par el título de este trabajo.

Terminología
Especies para-humanas
Ingeniería genética
Biomedical
Biotecnología
Bioética

Un parahuman o para-humano es un híbrido humano-bestial. Los científicos vienen desde hace tiempo realizando investigaciones sobre la combinación de genes provenientes de diferentes especies. De sus experimentos podrían resultar seres vivos híbridos que presentan características tanto humanas como zoológicas o incluso botánicas.

A visitar
Sitio oficial de Patricia Piccinini
Evolution: Detached
Australia Council for the Arts
Wikipedia
New York Times
Mythic Imagination
Parahuman
Tiernas Criaturas
Beautiful and Unsettling
ABC
20 Minutos
Artium
Dado del arte
Cuentos de terror

2 comments:

Anonymous said...

Una magnifica, intensa, perturbable por momentos, investigacion hasta llegar a comprender tus inquietudes por el arte visual de este sorprendente siglo, acudiendo a todo tipo de estudios y experiencias llega a un final genialmente logrado. Eureka, Mariano Akerman!, felicitaciones de todo corazon. Susana Figueroa.

Anonymous said...

La inquietud de un artista, la investigacion, la comprension de la obra de una artista particular, y tus multiples recursos que arrancan desde lo artistico, antropologico, psicologico, filosofico, historico, y otros sinnumeros de conocimientos que posees para con toda tu esencia creativa, delatan un gran artista, que se dedica a la comprension de la evolucion de la humanidad y su arte manifestado en ello. Exelente trabajo MAESTRO.

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