Louis-Léopold Boilly (1761-1845), Reunión de 35 cabezas expresivas (Reunión de trente-cinq têtes d'expression), 1825. MUba Eugène Leroy, Musée des Beaux-Arts, Tourcoing
EXPOSICIÓN
Málaga, Museo Picasso, El factor grotesco, 2012-13.
¿Qué es lo grotesco en el arte? Es lo que quien vista el Museo Picasso de Málaga se pregunta ante la exposición temporal compuesta por 270 obras de 74 artistas entre los que figuran Leonardo da Vinci, Francisco Goya, James Ensor y Paul Klee. La muestra, afirma José Lebrero, "remite a cuestiones globales o universales como la piedad, la risa, el llanto, la ternura, el espanto, el rechazo o el abrazo ante lo que somos."
Para responder a la pregunta de qué es lo grotesco, la exposición "pretende enseñar y volver visibles algunos argumentos que hasta ahora no se habían visto, dando voz estética a autores y obras que hasta ahora no la tenían". Además, "por primera vez se yuxtaponen y relacionan obras específicas de artistas diversos que, según ciertas interpretaciones canónicas, son aparentemente inasociables".
Así, están Leonardo da Vinci con George Grosz, Paul Klee con Francis Bacon, René Magritte con Louise Bourgeois, y Roy Lichtenstein con Pablo Picasso.
Según Lebrero se trata de una "sintética historia de Europa con casos ejemplares", centrada en la última mitad del milenio anterior, desde que en Roma se descubría la Domus Aurea, con los recintos de Nerón hasta entonces cerrados, y que inspiraron a Rafael en sus decoraciones de las estancias vaticanas.
La exposición se organiza a partir de cuatro espacios. El primero evoca la grotta, la gruta artificial de donde proviene el término grotesco, abarcando desde la Domus Aurea hasta los Caprichos y Disparates de Goya. El segundo espacio está dedicado a las artes gráficas del siglo XVIII inglés y el XIX francés. El tercer apartado está dedicado a las vanguardias e incluye obras del simbolismo, dadá y surrealismo, Pablo Picasso, Francis Bacon y Philip Guston. El cuarto espacio permite comprobar que en el arte contemporáneo lo grotesco se mantiene siempre vigente y parece gozar de una gran salud.
Xilografía con ser de raza monstruosa que habitaba en África e India (Hartmann Schedel, Liber chronicarum, 1493).
José Lebrero mantiene que lo grotesco va más allá del arte de la exageración. Su concepto expositivo reúne tres versiones de un mismo género. La más antigua tiene su origen en los finales del siglo XV y consiste en mostrar formas imaginarias y divertidas con elementos vegetales y seres imaginarios, tal como se daban en los aposentos de Nerón en la Domus Aurea. Vienen después las máscaras del carnaval,el travestismo y la confusión entre la verdad y la mentira que utilizaron desde Bruegel el Viejo hasta los simbolistas o los surrealistas. En el siglo XX, la crítica social y moral se muestra despiadada con el sujeto retratado.
LIBROS
Kayser, Wolfgang. Lo grotesco: su realización en pintura y literatura. El título original del libro de Kayser es Das Grotesk: seine Gestaltungen im Malerei und Dichtung (1957). Una traducción correcta del término alemán Gestaltungen es "configuraciones." En efecto: Kayser se ocupa de un número considerable de manifestaciones o expresiones de lo Grotesco, es decir, de sus configuraciones en el arte y la literatura. Ante lo Grotesco, explica Kayser, "El terror nos asalta con rigor precisamente porque se trata de nuestro propio mundo, de manera que la confianza que depositábamos en él no resulta ser más que una apariencia. Simultáneamente tenemos la sensación de que no podríamos vivir en ese mundo de repente transformado. No se corresponde con lo grotesco el miedo a la muerte, sino el pánico ante la vida. Y a la estructura de lo grotesco pertenece la abolición de todas las categorías en que fundamos nuestra orientación en el mundo. Desde la ornamentación renacentista hemos asistido a la plasmación de procesos perdurables de disolución: la mezcla de ámbitos y reinos bien distinguidos por nuestra percepción, la supresión de lo estático, la pérdida de identidad, la distorsión de las proporciones «naturales», etc. Y en la actualidad se han sumado a aquellas otros procesos más de disolución: la anulación de la categoría de cosa, la destrucción del concepto de personalidad, el derribo de nuestro concepto de tiempo histórico."
Bajtin, Mijail. La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento: el contexto de Francois Rabelais, México: Alianza Editorial, 1987.
Otto Dix, Bebé recién nacido, óleo, 1927
INVESTIGACIÓN
Lara, Jessica Huerta. Las estrategias estéticas de lo grotesco aplicadas aldiseño, tesis para maestría, Xochimilco: Universidad Autónoma Metropolitana, 2007.
RECURSOS ADICIONALES
Thomas Wright, Histoire de la caricature et du grotesque dans la littérature et dans l'art, París: A. Delahays, 1875 [+]
Grotesque, Dictionnaire critique de la Nouvelle Langue Française, 8.7.2008
Antiochus, L'art grotesque, 22.4.2012
Philippe Morel, Les grotesques: les figures de l'imaginaire dans la peinture italienne de la fin de la Renaissance, Flammarion, 2001. "Le mot grotesque devient au XVIIe siècle un qualificatif essentiellement négatif, synonyme de bizarre, de ridicule ou d'extravagant. Mais il fut d'abord employé dès le début du siècle précédent pour désigner des peintures murales largement inspirées des fresques et des reliefs antiques, auxquels s'ajoutaient parfois des réminiscences des marginalia gothiques. Ce genre décoratif connut un immense succès tout au long du XVIe siècle, d'abord en Italie, puis un peu partout en Europe, en s'étendant à la sculpture, à la gravure et à bien d'autres techniques.
Partant de motifs et de schémas essentiellement antiquisants, le langage des grotesques s'est progressivement détaché de cette référence figurative en s'inspirant de diverses matrices culturelles contemporaines. C'est donc l'analyse de ces voisinages déterminants et de ces relations constitutives qui permet de rendre compte du fonctionnement multiple de ce langage apparemment incohérent, et d'en dégager la spécificité historique et la densi té culturelle : le rapport à la tradition hiéroglyphique, au collectionnisme éclectique et à l'esthétique de l'abondance, la littérature burlesque, la logique épistémique des hybrides ou la construction rhétorique et paradoxale des compositions apportent autant d'éclairages décisifs sur les nombreux décors pris en considération.
Les grotesques apparaissent de la sorte comme une expression tout à fait emblématique de la culture maniériste et c'est à ce titre qu'elles sont devenues la cible privilégiée des critiques post-tridentines."
Elisheva Rosen, Grotesque, modernité, Romantisme, Vol. 21, N° 74, 1991, pp. 23-28.
Cécile Brochard, Le grotesque moderne, Acta, 7.2.2011
Odile Benyahia-Kouider, L'art du grotesque, Libération, 22.4.2003
Éric Valentin, Claes Oldenburg, Coosje van Bruggen: le grotesque contre le sacré, Gallimard, 1991. "Avec leurs objets surdimensionnés, Claes Oldenburg et Coosje van Brugenn dressent les figures sidérantes d'un monde hors de ses gonds, lié à une inversion et à une confusion des valeurs et se livrent à une critique de la technocratie et du mercantilisme. [...] Les antimonuments burlesques, néodadaïstes et corrosifs de Claes Oldenburg et de Coosje van Bruggen exploitent les vertus curatives du comique, contre la sanctification de la raison, de l'ordre et de la morale qui s'est imposée dans l'histoire de l'art abstrait, l'architecture moderniste et l'art des ingénieurs."
Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, Helado caído (Dropped Cone), 2001. Neumarkt Galerie, Colonia, Alemania
Jae-Geol Lee, Le grotesque dans l'art contemporain, sinópsis de tesis, París: Sorbonne, Centre André Chastel, iniciada en 2005.
Para responder a la pregunta de qué es lo grotesco, la exposición "pretende enseñar y volver visibles algunos argumentos que hasta ahora no se habían visto, dando voz estética a autores y obras que hasta ahora no la tenían". Además, "por primera vez se yuxtaponen y relacionan obras específicas de artistas diversos que, según ciertas interpretaciones canónicas, son aparentemente inasociables".
Así, están Leonardo da Vinci con George Grosz, Paul Klee con Francis Bacon, René Magritte con Louise Bourgeois, y Roy Lichtenstein con Pablo Picasso.
Según Lebrero se trata de una "sintética historia de Europa con casos ejemplares", centrada en la última mitad del milenio anterior, desde que en Roma se descubría la Domus Aurea, con los recintos de Nerón hasta entonces cerrados, y que inspiraron a Rafael en sus decoraciones de las estancias vaticanas.
La exposición se organiza a partir de cuatro espacios. El primero evoca la grotta, la gruta artificial de donde proviene el término grotesco, abarcando desde la Domus Aurea hasta los Caprichos y Disparates de Goya. El segundo espacio está dedicado a las artes gráficas del siglo XVIII inglés y el XIX francés. El tercer apartado está dedicado a las vanguardias e incluye obras del simbolismo, dadá y surrealismo, Pablo Picasso, Francis Bacon y Philip Guston. El cuarto espacio permite comprobar que en el arte contemporáneo lo grotesco se mantiene siempre vigente y parece gozar de una gran salud.
Xilografía con ser de raza monstruosa que habitaba en África e India (Hartmann Schedel, Liber chronicarum, 1493).
José Lebrero mantiene que lo grotesco va más allá del arte de la exageración. Su concepto expositivo reúne tres versiones de un mismo género. La más antigua tiene su origen en los finales del siglo XV y consiste en mostrar formas imaginarias y divertidas con elementos vegetales y seres imaginarios, tal como se daban en los aposentos de Nerón en la Domus Aurea. Vienen después las máscaras del carnaval,el travestismo y la confusión entre la verdad y la mentira que utilizaron desde Bruegel el Viejo hasta los simbolistas o los surrealistas. En el siglo XX, la crítica social y moral se muestra despiadada con el sujeto retratado.
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| Leonardo da Vinci, Dos perfiles grotescos enfrentados, pluma, 1485-90 Royal Collection, Windsor |
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| Enea Vico interpretado por Tomaso Barlacchi, Panel ornamental grutesco, grabado, 1541. British Museum, Londres |
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| Juan Sánchez Cotán, Brígida del Río, la Barbuda de Peñaranda, óleo, 1590 Prado, Madrid |
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| James Ensor, Máscaras contemplando una tortuga, óleo, 1894 |
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| Francis Bacon, Estudio para un retrato (Papa), 1957 |
LIBROS
Kayser, Wolfgang. Lo grotesco: su realización en pintura y literatura. El título original del libro de Kayser es Das Grotesk: seine Gestaltungen im Malerei und Dichtung (1957). Una traducción correcta del término alemán Gestaltungen es "configuraciones." En efecto: Kayser se ocupa de un número considerable de manifestaciones o expresiones de lo Grotesco, es decir, de sus configuraciones en el arte y la literatura. Ante lo Grotesco, explica Kayser, "El terror nos asalta con rigor precisamente porque se trata de nuestro propio mundo, de manera que la confianza que depositábamos en él no resulta ser más que una apariencia. Simultáneamente tenemos la sensación de que no podríamos vivir en ese mundo de repente transformado. No se corresponde con lo grotesco el miedo a la muerte, sino el pánico ante la vida. Y a la estructura de lo grotesco pertenece la abolición de todas las categorías en que fundamos nuestra orientación en el mundo. Desde la ornamentación renacentista hemos asistido a la plasmación de procesos perdurables de disolución: la mezcla de ámbitos y reinos bien distinguidos por nuestra percepción, la supresión de lo estático, la pérdida de identidad, la distorsión de las proporciones «naturales», etc. Y en la actualidad se han sumado a aquellas otros procesos más de disolución: la anulación de la categoría de cosa, la destrucción del concepto de personalidad, el derribo de nuestro concepto de tiempo histórico."
Bajtin, Mijail. La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento: el contexto de Francois Rabelais, México: Alianza Editorial, 1987.
Otto Dix, Bebé recién nacido, óleo, 1927
INVESTIGACIÓN
Lara, Jessica Huerta. Las estrategias estéticas de lo grotesco aplicadas aldiseño, tesis para maestría, Xochimilco: Universidad Autónoma Metropolitana, 2007.
RECURSOS ADICIONALES
Thomas Wright, Histoire de la caricature et du grotesque dans la littérature et dans l'art, París: A. Delahays, 1875 [+]
Grotesque, Dictionnaire critique de la Nouvelle Langue Française, 8.7.2008
Antiochus, L'art grotesque, 22.4.2012
Philippe Morel, Les grotesques: les figures de l'imaginaire dans la peinture italienne de la fin de la Renaissance, Flammarion, 2001. "Le mot grotesque devient au XVIIe siècle un qualificatif essentiellement négatif, synonyme de bizarre, de ridicule ou d'extravagant. Mais il fut d'abord employé dès le début du siècle précédent pour désigner des peintures murales largement inspirées des fresques et des reliefs antiques, auxquels s'ajoutaient parfois des réminiscences des marginalia gothiques. Ce genre décoratif connut un immense succès tout au long du XVIe siècle, d'abord en Italie, puis un peu partout en Europe, en s'étendant à la sculpture, à la gravure et à bien d'autres techniques.
Partant de motifs et de schémas essentiellement antiquisants, le langage des grotesques s'est progressivement détaché de cette référence figurative en s'inspirant de diverses matrices culturelles contemporaines. C'est donc l'analyse de ces voisinages déterminants et de ces relations constitutives qui permet de rendre compte du fonctionnement multiple de ce langage apparemment incohérent, et d'en dégager la spécificité historique et la densi té culturelle : le rapport à la tradition hiéroglyphique, au collectionnisme éclectique et à l'esthétique de l'abondance, la littérature burlesque, la logique épistémique des hybrides ou la construction rhétorique et paradoxale des compositions apportent autant d'éclairages décisifs sur les nombreux décors pris en considération.
Les grotesques apparaissent de la sorte comme une expression tout à fait emblématique de la culture maniériste et c'est à ce titre qu'elles sont devenues la cible privilégiée des critiques post-tridentines."
Elisheva Rosen, Grotesque, modernité, Romantisme, Vol. 21, N° 74, 1991, pp. 23-28.
Cécile Brochard, Le grotesque moderne, Acta, 7.2.2011
Odile Benyahia-Kouider, L'art du grotesque, Libération, 22.4.2003
Éric Valentin, Claes Oldenburg, Coosje van Bruggen: le grotesque contre le sacré, Gallimard, 1991. "Avec leurs objets surdimensionnés, Claes Oldenburg et Coosje van Brugenn dressent les figures sidérantes d'un monde hors de ses gonds, lié à une inversion et à une confusion des valeurs et se livrent à une critique de la technocratie et du mercantilisme. [...] Les antimonuments burlesques, néodadaïstes et corrosifs de Claes Oldenburg et de Coosje van Bruggen exploitent les vertus curatives du comique, contre la sanctification de la raison, de l'ordre et de la morale qui s'est imposée dans l'histoire de l'art abstrait, l'architecture moderniste et l'art des ingénieurs."
Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, Helado caído (Dropped Cone), 2001. Neumarkt Galerie, Colonia, Alemania
Jae-Geol Lee, Le grotesque dans l'art contemporain, sinópsis de tesis, París: Sorbonne, Centre André Chastel, iniciada en 2005.
