19.12.09

Elvio Gervasi y su Porteño Filetear

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El fileteado porteño es un arte decorativo y popular, típico de Buenos Aires. Etimológicamente, "filete" proviene del latín fillum, que significa hilo; el filete es en principio una línea fina ornamental de gran valor expresivo. Puede el filete ser de corte decorativo-comunitario (ejecutado sobre medios de transporte u otros objetos), publicitario (carteles y afiches con fines comerciales) o independiente (obra de arte autónoma, l'art pour l'art). Entre los motivos visuales notables del filete criollo se encuentran los híbridos. Algunos de ellos tienen sus referentes en la mitología greco-romana. El filete porteño presenta una serie de interesantes figuras mixtas en las que la planta y el animal coexisten y se combinan hasta llegar eventualmente a constituir una verdadera paradoja visual o unidad mixta - Alcances del arte grotesco.

Fileteador, con estilo propio y que lo distingue de los demás, ese es Elvio Gervasi. Su obra no deja indeferente a quien transita por Buenos Aires. También poseen trabajos suyos varios países europeos. Enseña en Buenos Aires y en Madrid. Oportunamente le dedicó al filete porteño un programa especial, que fue difundido vía satélite.

Es conocido por sus diseños y decoraciones murales en Carlos Gardel y Anchorena, la esquina más fileteada de Buenos Aires. Allí pintó Gervasi unos 45 metros de ornamentos fileteados. Su trabajo es de gran precisión técnica. Realizado frente al Abasto de Buenos Aires en el Once, barrio de Balvanera, el mismo incluye motivos del filete porteño tradicional, los que son combinados de un modo singular y personal.

Gervasi pone especial empeño en no repetirse ni caer en las soluciones fáciles.

Trabaja la composición, la línea, el color, la textura, el claroscuro.

Sus figuras se sostienen. Incluso cuando se trata de la Sirena alada, que sobre el firulete avanza, pero desnuda, a ciegas y de rodillas.



Gervasi sabe componer, equilibrar, contrapuntear.

Hay en su obra una armonía singular, ya que ésta a veces incluye también alguna que otra tensión. Así como en el tango, también en el filete. Pero la tensión en Gervasi no resulta sólo de la pose de alguna pareja milonguera que pinta, sino que se manifiesta especialmente en el encuentro de dos mundos, el real y el de lo imaginario.

En los filetes de Gervasi ambos coexisten. Y, como en el arte de los antiguos romanos, la realidad tiende a concentrarse en algún medallón, mientras que la fantasía a enmarcarla, y la acompaña, si bien desde una marginalidad que en principio podría llegar a eclipsarla en cualquier momento.

Se lo mire por dónde se lo mire, el asunto de Gervasi es uno por sobre todo siempre estético. Allá, por el Abasto, hoy como ayer, hay quien señala los fileteados de Gervasi y no puede sino decir: "¡Pero mirá, che, no te lo pierdas! ¡Flor de ornato!"



Acanto, firulete y perlas si se quiere. Incluso espirales y zarcillos. Pero, observa el fileteador, "hacer rulitos" no.



Los retratos que Gervasi hizo de Gardel se corresponden con el retratado. Convincentes son sus pajaritos, flores y frutas. Claro que al Caravaggio lo hubiesen sorprendido.


Gervasi pinta dragones. Pinta cornucopias. Y pinta dragones que son cornucopias.

Al igual que el de sus ancestros europeos, es el ornamento porteño de Gervasi naturalmente uno de indiscutible doble-filo. La manzanita no cae lejos del arbolito.



Y es el de Gervasi un reino de metamorfosis, donde las cintas pasan a ser acantos y plantas aves. Antinaturales y aberrantes híbridos transcategóricos, sí, pero también deliciosos frutos de la imaginación de los pintores. Fabullus los incorporó en sus pinturas murales en la Domus Aurea del caprichoso Nerón, Rafael y Giovanni da Udine los recrearon en las Logias Vaticanas (transitadas sólo por el alto clero), Gervasi los reinventó y transpuso sobre las paredes de Balvanera, donde hoy puede disfrutarlos todo el mundo, más allá de su estrato social, color de piel o convicción personal. En este sentido, el arte de Gervasi es popular y democrático.



¡Qué hermoso despliegue el de los filetes ondulando en el campo pictórico!



Estudiado ilusionismo el suyo.



¡Es a vez la envidia y el orgullo del barrio!

Letrista de alma, realiza caracteres tanto en esgróstica como en cursiva: ellos revelan su talento para filetear, a la porteña.

Y bien porteñas son también sus frases, empezando por "Chofer buena banana busca chica buena mandarina," siguiendo con "La fuerza de tu envidia es la rapidez de mi progreso," para llegar entonces al clímax, con "Calladita te ves más bonita."

Porteño es el filete de Gervasi y porteño lo es hasta la médula.

"Mirame que estoy un chiche" demanda una de sus inscripciones fileteadas. "Licenciado en todo," asegura una segunda. Una más declara: "La fama me aburre." Y esto último acaso no sea una pose o exageración total, ya que para todo pintor de cepa el objetivo fundamental no es sólo el éxito, sino su quehacer en el arte, en su sueño, en su pintura.



Más allá de la fama, lo cierto es que a través de sus expresivos filetes Gervasi le da al panorama porteño un toque personal. En sus manos, el filete se revitaliza, madura, se vuelve robusto. Brilla.

Mariano Akerman



Todas las imágenes reproducidas en la presente nota son propiedad intelectual de su autor, Elvio Gervasi. Fotografías tomadas por Roberto Fiadone y Jac Salgado, edición de las mismas realizada por quien escribe. Los motivos híbridos imaginarios aquí ilustrados fueron fileteados por Gervasi en esmalte sintético sobre metal o mampostería, c. 2006; se encuentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina

Referencias
A. Gervasi e imaginería: 1. Dominio privado:
Blogspot, Flickr, Utilísima; 2. Dominio público: Cartel Abasto, Cartel La Boca, Gardel, Pareja tanguera, pilastra, almohadillado, flores, cinta.
B. Otros recursos afines, creados por Akerman: De la mímesis como problema, Bien complejo y bien porteño, El firulete, Banham y la estética del colectivo porteño.

14 comments:

Elvio Gervasi said...

La nota es hermosa. Pones empeño para escribir. Me encanta el puntillismo. ¡Tendremos que hacer un libro juntos!

Liber said...

Todo divino. Besines y besotes, fileteados.

Septiembre Online said...

Leo lo que escribis. Es profundo y elevado.

Gab desde Florida said...

Mariano, me hace gracia como se ven las cosas a través de distintos lentes. Vos como artista, desmenuzas y le das a este arte del fileteado un valor que yo nunca le había atribuido (ni siquiera prestado mayor atención). Lo veo en los colectivos y camiones, al igual que las famosas frases, siempre con simpatía por la originalidad, aunque no todo necesariamente me gusta. Las guardas me gustan mucho, pero no tanto los dragones ni los medallones. Me gustan los detalles de guardas con plantas y flores que mostras acá, como también las de los pájaros. Puedo apreciar claramente también en ellas "el cuerpo" del que habla Gervasi en un comentario suyo en otro de tus artículos. Sus guardas tienen relieve, y en la última imagen las flores hasta parecen sobresalir de la pintura. Cuanto más se aprecia este arte al ser “explicado.” Sí, y de modo bien porteño :) gab

Central GiGi said...

Gervasi y su fileteado. Muy bueno. Hermoso. Lindo artículo. Bien confeccionado y terminado. No hay duda que es de valor. Vi los fileteados de Gervasi cuando anduve caminando por el Abasto. Me sorprendieron mucho. La zona y la calle están hechas una miseria, en general el barrio está muy sucio y muy abandonado. El fileteado en tal sitio es como una joya perdida en un basurero. Trabajos tan hermosos. Es una pena. Si estuvieran en otra parte lucirían y serían apreciados. En algún lugar turístico y concurrido. Y habría que agregarles una placa en la pared con tus comentarios. Lindo sueño ¿no?

Dottoresa Nelly said...

MARIANO... BLOGS HAY MUCHOS, EL ELEGIDO SOS VOS.
CON CARIÑO
NELLY

Marina desde la Gráfica said...

Es muy cierto lo que dicen. Hace poco fui al Abasto y está todo tan destruido que es difícil apreciar los fileteados porteños.
Super detallista e interesante lo escrito, es bueno leerlo para luego ver desde otra perspectiva las cosas.
Besos con rulitos.

Pretzsch said...

Qué buen artículo. Excelente. Una llamada de atención para mí, que no había valorado hasta el momento una obra con la que los porteños tenemos contacto cotidiano. Sobrevoló lo frecuente. Besos firuloides.

AK said...

Gracias a todos por sus cálidas palabras. A GiGi que piensa que “si estuvieran en otra parte [los firuletes de Gervasi] lucirían y serían apreciados.” Contestóle: ellos ahora son preservados y se lucen en el IMAGINARIUM, desde donde son apreciados por, digamos, unos 29,278 visitantes (previstos para la semana próxima). Se trata de un intento de rescatar urgentemente a Gervasi de la envidia y el orgullo barriales para proyectarlo hacia otras experiencias, pero esta vez de dimensiones cibernético-ultramarinas. Reconfortante es saber que aporto mi humilde granito de arena desde el campo cibernético y contribuyo así a la gran confusión general. Marianex el Terrible, Los Firuletes Online, Prima Volta.

Anonymous said...

¡Qué bonito! En mi país, Costa Rica, no se ve esto. Gracias por compartirlo.

Jean-Jacques Gabriel said...

C'est en effet très joli. J'ignorais ce style.
Un de mes chefs, qui avait vécu à Buenos Aires dans les années '80 prétendait que les Argentins sont des Italiens qui parlent espagnol et se prennent pour des Français!
Amitiés de Belgique.

Bárbara García said...
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Bárbara García said...
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Bárbara García said...

[Es] Un gusto haber leído su nota [y] sobre todo el sentirme identificada con su percepción ante [las] tremendas obras de Elvio [dada su] calidad y sensibilidad artística. Comparto plenamente su visión y [... el] intento por rescatalo para además proyectarlo hacia otras experiencias. [...] Gracias a Gervasi que dejó su impronta acá, y en el mundo, al alcance de todos los que caminamos las urbes: [es] como si la jungla ciudadana se transformara en un oasis. Saludos y gracias, Bárbara García.

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